Será que muchos años después vengo a dar con una parte de mi infancia que quedó muy en el olvido y que seduce con la sola idea de poder recordarle. Puede ser también que el impulso de una idea revolucionaria cinematográfica me incitó tanto que no pude negarme, tal es el caso de la película V de Venganza. Quizás el hecho de que tendría esa compañía interesante y agradable que últimamente me ha hecho vibrar. También pudo ser la nocturna andanza por calles tapatías que simplemente enamoran. A lo mejor el reto de probar suerte sobre ruedas en una aventura vial desconocida. Por último agregaría la exploración de posibles soluciones al problema de movilidad urbana, y el entendimiento de los problemas de un ciclista en esta gran ciudad.
Todo esto fue la noche del 4 de noviembre sobre una bicicleta. Es mi obligación manifestar que ha sido una actividad que me ha producido demasiada satisfacción, diversión y felicidad. Ver como los humanos somos capaces de organizarnos para movimientos pacíficos que logren el bienestar de las personas, combinándolo con nuestra salud y el sano esparcimiento.
Agradezco de sobremanera al guía que me llevó por caminos bicicleteros, que además fungió como mamá de este niño que se emocionó con la velocidad, de fotógrafa y además repartiendo fomento gráfico de la organización de estos eventos. No tengo tantas palabras para manifestar mi apoyo a estos eventos, sin embargo acciones sí. De ahora en adelante recomendaré lo que me ha acontecido.
Desde hoy comienza mi andar en bicicleta.
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