Nunca en mi corta vida, había asistido a un evento
así. Inclusive, no entendía al principio la nomenclatura del mismo. Me di a la
tarea de investigar ¿qué es un Jam? y lo que encontré, se apegó
congruentemente a la estructura organizacional de lo sucedido en aquel
escenario. Aunque la Real Academia Española ni la Academia Mexicana de la
Lengua, tienen en su catalogo de palabras éste término, para saber su significado
tenemos que solicitar la ayuda de un periodista bostoniano llamadoGeorge
Frazier que definió claramente el vocablo como: "Una reunión
informal de músicos de jazz, con afinidad temperamental, que tocan para su
propio disfrute, música no escrita ni ensayada".
Una
vez resuelto el acertijo, debemos pasar al otro de menor complejidad. ¿Qué es
un monero?. Y es qué todos tenemos una idea de lo que significa, sin embargo
hay tintes interesantes y muy peculiares en esta labor. Existen varias
denominaciones para las personas que se dedican a ilustrar, dibujar o rotular,
y realizar guiones de historietas gráficas. Sin embargo, en México surge el
término "monero" que, dicho de paso, se exportó a
Latinoamérica añadiendo la particularidad, que responde a una necesidad social
recurrente y propia de la región, de tratar asuntos políticos de manera
humorística, con comicidad aguda que la mayoría de las veces tiende a la ironía
y el sarcasmo.
En
plena congruencia con lo anterior, la Feria Internacional del Libro de Guadalajara
abrió las puertas a la organización del "Jam de Moneros". La
cita fue en el salón Enrique González Martínez de la Sección
Internacional el viernes 6 de diciembre en punto de las 20:00 horas. Ya que el
país invitado en esta edición de la FIL fue Argentina, los
moneros mexicanos invitaron pues, a su similar albiceleste y un chileno que le
acompañó.
Un escenario con dos pantallas de proyección a los lados, las cámaras
puestas en las mesas de trabajo en las que los moneros realizarían su osada
labor. Un publico que abarrotó la sala desde temprano con la expectativa de las
temáticas que se abordarían e ilustrarían, disfrutó de la cálidez y cercanía de
los moneros.
La
noche comenzó con la presentación del reparto, como animador del evento y una
especie de anfitrión especial, nuestro José Trinidad Camacho Orozco mejor
conocido como Trino, ganador del Premio Nacional de Periodismo en
el 2000 y actual monero oficial del diario Reforma. Acompañándole en el
representativo nacional, el también tapatío José Ignacio Solórzano,
al que conocemos comoJIS, flamante monero del diario Milenio y que junto
a Trino, dieron vida en el diario La Jornada al personaje El
Santos, luchador que defiende a la humanidad, y que fue llevado a la
pantalla grande hace unos años en el entrañable filme "El Santos contra
la tetona Mendoza".
Por
la selección Argentina de moneros, Trino nos presentó a Ricardo
Siri, ampliamente conocido como Liniers, portentoso ostentador
del premio Konex (Diploma al Mérito como uno de los mejores humoristas gráficos
de la década en Argentina) y actual monero del diario La Nación, en el que nos
regala diariamente su universo de personajes llamado "Macanudo".
Hace unos meses le vi en el Teatro Estudio Cavaret acompañando de manera
intensa y dibujando canciones en el escenario, al cantautor Kevin
Johansen, a quien le ilustro la portada de su más reciente material
discográfico, además de haberlo hecho anteriormente con Andrés Calamaro en
su laureado "Lengua Popular".
Completando el dúo sudamericano, el chileno Alberto José Montt
Moscoso, quien ha participado en los diarios El Mercurio y El Comercio,
además de ser reconocido por la radiodifusión alemán Deutsche Welle con el
premio The BOBs al mejor weblog en español porwww.dosisdiarias.com.
Una vez completo el escenario, realizaron dinámicas variadas, detonadores de ideas para que lo moneros plasmaran su trabajo filmado y reproducido para el público en las pantallas laterales. Lo que los moneros pensaban del público de Guadalajara, de la ciudad, la impresión que les causaba la actualidad política de una manera cómica - irónica. En fin, que las risas, la diversión y la reflexión, fueron las actitudes que la gente experimentó durante cerca de dos horas. Las ilustraciones eran regaladas al público como avioncitos de papel volando y siendo atrapados por las manos desesperadas de quienes se querían llevar los monos a su casa.
Poco
a poco, los moneros fueron invitando a colegas de distintas partes del mundo,
algunos de ellos fueron Rep, Power Paola y, al final,
a Micro y a Hernández.
Fue un gran evento, con un
hálito cómodo de informalidad y despreocupación. Se logró el cometido de
divertir y presentar su trabajo al público. Será recordado quizás, como uno de
los sucesos más frescos de la FIL.
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