martes, 19 de mayo de 2015

Música de bolero en un café aquijanado... Café Quijano

"Miente como mienten todos los boleros"
Joaquín Sabina

Algunos años hace que los tres hermanos Quijano, Manuel, Óscar y Raúl, montaron su Café La Lola en la ciudad de León, España, sin saber que sería el inicio de una carrera musical tan prolija, que los llevaría a ser los primeros españoles nominados a un premio Grammy en 1999. De la mano de personalidades como Lulo Pérez, del compositor y arreglista Juan Carlos Calderón, del productor Humberto GaticaKenny O'Brien, fueron formalizando su historia discográfica. Han sido orgullosos embajadores de su natal León, logrando un mensaje turístico exitoso para su ciudad. Han incurrido en el séptimo arte con la actuación en la película Torrente 2: Misión en Marbella de Santiago Segura, en la que de igual manera interpretaron su canción En mis besos. También participaron en la banda sonora de la película de Disney Lilo & Stitch, con la versión de Elvis Presley del tema Burning Love, Ardiente amor. Y aunque sus éxitos más conocidos fueron con el genero de rock latino, sus inicios como músicos fueron precisamente en el bolero, por tal motivo presentamos este disco que trata de rescatar el género cubano y el recuerdo de Los Panchos, imprimiéndole su estilo aquijanado muy particular.

El material Orígenes: El Bolero Vol. 3 es parte de la Trilogía de Orígenes: El bolero y es el octavo disco de la agrupación. Armando Manzanero les colaboró en el primer disco de la trilogía con el tema Quiero que mi boca se desnude. La producción corrió a cargo de Manuel Quijano (el hermano mayor) y Kenny O'Brien.

Se trata de una docena de boleros cargados de anhelo, frenesí, amor y su consecuencia negativa, instrumentados de manera impecable como si escucháramos la radio de la nostalgia predilecta. Lanzado el pasado 2 de diciembre, con una aceptación calculada en 40,000 copias vendidas. Fue grabado en el estudio "Fourbros" en León.

Cabe destacar que, es agradablemente osado que las letras y música del disco son autoría de Manuel Quijano, la tendencia natural es cantar boleros de aquella época, sin embargo la apuesta fue total con las composiciones propias. El contrabajo fue interpretado por Iván Ruiz Machado, las percusiones por Luis Dulzaides, el cello de Pelayo Tahoces, y la trompeta de Fernando Hurtado. Los ukeleles y las guitarras son del autor de las canciones: Manuel Quijano.

Piezas a destacar por su acompañamiento son, Será (Vida de Hombre) y Te matan los celos, en las que el violín y la viola son interpretados por Iván Breña, el cello de José E. Bouché, y el encantador oboe de Miguel Arce, así como los arreglos de cuerda del coproducto del disco, Kenny O'Brien.

También sobresalen por su fina hechura, las canciones Qué mas da, La distancia nos acerca, Mexicana y Mátame queriendo, mátame abrazando.

Sin duda es una recomendación que implica recuerdo y nostalgia, detenidamente nos aleja del Café Quijano que conocemos, llevándonos por sus orígenes y atrapándonos con la magia de la exageración sentimental llamada bolero. Aconsejo digerir este alimento musical acompañado de una limonada de cuaresma, bebida tradicional de León, y a "matar judíos" como ellos llaman al acto de salir a probar este elixir.








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jueves, 7 de mayo de 2015

Música de Museo Nostálgico... 500 Noches para una crisis de Joaquín Sabina

"Yo no quiero París con aguacero, ni Tlaquepaque sin ti"

El Auditorio Telmex fue el anfitrión perfecto para un concierto con golpe de recuerdos en el escenario. El flaco de Úbeda se esmera en cada recital para mostrarnos la intimidad de su repertorio, logrando una atmósfera de poesía y letrística impecable con presunciones de rockstar añejo y sencillez de caballero lunfardo.

La alineación en el escenario nos llevó desde un baterista barba roja (Pedro Barceló), un saxofonista, flautista y acordeonero de falda escocesa (Josemi Sagaste), el gran pianista y guitarrista Antonio García de Diego y por supuesto Pancho Varona, ambos compañeros eternos de Joaquín Sabina, matizado con la belleza y potencia vocal de Mara Barros. De igual manera figura en la lista de músicos Jaime Asúa, guitarrista de Los Alarma. Todos ellos con talento suficiente para presentarse en solitario, forman parte de la familia musical de Monsieur Madrid, apodo que Fito Paéz propinó a Joaquín.


Una velada magnífica que mantuvo al público al vilo de la butaca y con la garganta unísona. Mucho lisonjeo de Joaquín SabinaGuadalajara, y el público receptor no tuvo otro camino que adorarle. Entre canciones se abordaron temas diversos, desde la propia mofa a su salud y a la edad, hasta la justificación de 500 noches para una crisis. Este material discográfico implica una doble celebración, por una parte los 50 y 16 de Joaquín Sabina, aunque 50 y 15 dicen que aparenta, y por otro lado, la revisión sonora del disco 19 días y 500 noches que viera luz en 1999.

Sombrero bombín, pantalones estilo beatle y su presencia escénica, hicieron que Dos horas y cuarenta y dos minutos de concierto pasarán muy rápido, y la gente pedía mucho más. Inició puntual con la canción Ahora que..., le siguió 19 días y 500 noches, Barbie superstar, La Magdalena, A mis cuarenta y diez, Donde habita el olvido. Explicó que hace 40 años su visión de la música fue sacudida por Bob Dylan, esto antes de interpretar la versión al español que él mismo tradujo de It ain't me, babe. Continuó con Peces de Ciudad, La Viridiana, El Caso de la Rubia Platino que interpretó Jaime Asúa posterior a la confesión de admiración a la agrupación Los Alarma por parte de Joaquín.


La noche se iba haciendo vieja (o joven) cuando se escucharon los primeros acordes de Cerrado por Derribo y Pero que hermosas eran. Más de cien mentiras figuró para que hiciera una presentación de su banda. Finalizó (por así decirlo) con Noches de boda combinada con su éxito Y nos dieron las diez. Volvió como vuelven los recuerdos, aunque fueron "Los Ramones" como se autonombró Pancho Varona para interpretar Los conductores suicidas sin Joaquín. Aún sin Sabina, Mara Barros sedujo con su interpretación de La canción de las noches perdidas y al final hizo su aparición el andaluz. Juntos interpretaron la copla Y sin embargo te quiero que cantara en el pasado Isabel Pantoja, seguida de la romántica respuesta sabanera Y sin embargo. Un homenaje musical a Chavela Vargas con la canción Por el bulevar de los sueños rotos y finalizó la tanda con Princesa. Otra despedida emotiva del escenario, pero aún quedaban algunas canciones.

La gente siguió coreando su nombre, y volvió a echar al ruedo a sus refuerzos, en esta ocasión Antonio García de Diego con Tan joven y tan viejo. Se vio obligado a deleitarnos con la canción más emotiva de la noche: Contigo. Pastillas para no soñar sirvió de despedida musical, aunque al final, sin instrumentos y en aires de reconocimiento al público tapatío, nos regalaron en corro La canción de los buenos borrachos.


Todo el concierto fue animado en pantalla por dibujos de Joaquín Sabina, amplificados por la mano del realizador de videos Vicente Fontecha. No tengo empacho de reconocer que disfruté el concierto como un enano. El maridaje podría ser amplio hablando de Joaquín Sabina, pero antes de que nos cierren el bar de la esquina, propongo un "vino peleón" tradicional en la natal Úbeda de Joaquín.





   
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