jueves, 23 de abril de 2015

Música de situaciones futuras... Marlango


Son once años desde la aparición discográfica de Marlango en 2004 con su disco homónimo. La integración de la agrupación ha sido ligeramente modificada a la fecha, ya que sólo Óscar Ybarra ha partido a buscar otros horizontes, mientras que Alejandro Pelayo y Leonor Watling festejaron sus diez años con el disco El Porvenir. De corte jazz y blues, con algunos tintes de música de cabaret, combinando el inglés y el español. Piano y vientos son los elementos principales de la propuesta de Marlango, cuyo nombre fue adoptado a raíz de  la introducción de la canción I wish I was in new Orleans de Tom Waits en algún concierto.

Leonor es actriz, cantante y escritora de canciones, quizás la puedas recordar en alguna de las más de cuarenta películas en las que ha actuado, Hable con ella de Pedro Almodóvar o La vida sin mí de Isabel Coixet entre otras muchas. Como vocalista de Marlango, cinco discos de estudio la respaldan, su voz cuenta con esa elegancia jazzística y agresividad ibérica. Actualmente es pareja de Jorge Drexler con dos hijos de por medio y algunas colaboraciones musicales mutuas.

Alejandro Pelayo es un pianista de conservatorio con sombrero eterno y una idea muy peculiar de la música. Junto a su piano Yamaha Q3, ha sido el cerebro armónico de la agrupación, complementado por el brazo letrístico e histriónico de Leonor. En un inicio Óscar Ybarra fungía como arbitro entre los polos creativos de Marlango, aportando las trompetas que dieron a la banda un lugar específico en el mercado melódico. Leonor y Alejando fueron pareja sentimental en el pasado, hoy se confiesan como los mejores amigos, casi hermanos.

El porvenir es un festejo a la primera década de vivir la composición juntos. La producción a cargo del argentino ganador de cinco Premios Grammys, Sebastián Krys, que entre sus trabajos puede darse el lujo de contar a Alejandro Sanz, Shakira, Eros RamazzottiKinky, entre algunos más. Grabado en Los Ángeles, California y alimentado por las colaboraciones del gran Fito Paéz, La Santa Cecilia y Enrique Bunbury. Es su segundo álbum en el que se canta en español en su totalidad, los tres restantes son en idioma anglosajón.

El Porvenir. Abre a toma con un ukelele que acompaña hasta el fin, percusiones de marcha fúnebre y dos instrumentos de viento que impregnan de melancolía la canción.

Puede. A pesar del inicio con instrumentación base de canción electrónica, la pieza se va enriqueciendo con vientos y platillos. El título condicional de la canción nos ofrece la idea de porvenir. El solo de clarinete es digno de apreciarse.

La Luna. Al puro estilo de la canción Dance, dance, dance. Un valsesito con poesía impecable sobre el satélite natural más cercano.

Dinero. Un rock setentero bien logrado que hasta ganas de bailar dan. Inmersa la crítica a la idolatría social. Acompaña vocalmente Enrique Bunbury.

Te quiero creer. Un blues a la vieja escuela. El esfuerzo inútil de la credibilidad.

Ay pena, penita, pena. Canción que afamara la gran Lola Flores "La Faraona". En esta versión, acompaña La Marisoul, vocalista de la agrupación La Santa Cecilia. Cuenta con mayor tranquilidad e instrumentación que la original, logrando una pieza delicada y apetecible.

Te vas. El estilo Marlango poco a poco se va posicionado en el oído musical. Este tema es quizás, el que más lo ejemplifica. Piano base y la voz melódica de Leonor.

Yo sola. Al inicio podemos establecer que se trata de un pop melódico, sin embargo, logra mutar hacia un rock sutil. El solo de violín endulza y llena de esperanza el tema.

Al borde del abismo. Como en todos los discos de Marlango, existe una canción con suficiente lindura y exquisitez, y en El Porvenir no podía faltar. Una situación geográfica que describe lo que es para la autora el amor.

Dímelo así. Mi predilección de este material discográfico. Una canción redonda y pegajosa, la cual muta en un vals de carrusel justo a la mitad. La participación de Fito Paéz es impredecible y espontánea. No es común que Fito colabore en discografía ajenas, sin embargo, desde la colaboración de Leonor en el disco No se si es Baires o Madrid con la canción Pétalo de Sal, se estableció un vínculo armónico.

Descansa en mí. Una canción ideal para cerrar el disco y tranquilizarnos antes del fin. Una de las características de la voz de Leonor, sin duda es la cualidad del falsete en medio de sus registros graves y podemos escucharlo en esta pieza.

Un equilibrio delicado entre el pop y el jazz que podremos escuchar en nuestro país, el 21 de Mayo en el Plaza Condesa. Para este disco y por obvias razones, mi sugerencia como bebida es el Vino de la subzona de Arganda, denominación de origen desde 1990 como Vinos de Madrid


Dinero – Marlango, Bunbury


   
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lunes, 13 de abril de 2015

Música para recordar cómo hemos cambiado... Sole Giménez

Veintitrés años de sueños e ilusiones, fue el ciclo especial que Sole Giménez compartió con la agrupación Presuntos Implicados a lado de su hermano Juan Luis. Sin embargo su carrera como solista inició en el año 2004 con el lanzamiento de su disco Ojalá, en el que nos regaló versiones aventuradas de canciones como Tears in heaven de Eric Clapton, La vie en rose de Édith Piaf y Venus as a boy de Björk. Poseedora de una voz delicada y elegante, con tendencias claras al jazz latinoamericano, Sole Giménez tiene un especial carisma con su público, ganado a pulso por su sencillez y su pasión interpretativa en cada proyecto. Aunado a lo anterior, ha logrado reconocimiento por concebir el discolibro Avanzadoras, en el que enarbola un homenaje a las mujeres que avanzan y hacen avanzar, invitando a voces reconocidas de la talla de Ana Belén, Andrea Echeverri y Pilar Jurado entre muchas otras. De igual forma, se dedicó a la enseñanza por un año en la reconocida Berklee School of Valencia.

Para celebrar su trigésimo aniversario artístico, presentó a finales del año 2014 la producción discográfica Cómo hemos cambiado, bajo su sello independiente Hada Music. Se trata de un repaso a su repertorio de canciones entrañables, agregando tres temas inéditos para deleite de sus seguidores. En esta ocasión logró reunir para tal efecto, un ejército de talento instrumental que enriqueció de manera interesante el álbum en comento. Al piano podemos escuchar a Iván “Melón” Lewis, quien ha colaborado también en el disco La noche más larga de Concha Buika. En algunos temas también acompaña en la pianola, el arreglista Pepe Rivero y en teclados Luis Prado. En el contrabajo encontramos a Reinier Elizarde "El Negrón" y en las percusiones a Yoel Páez y Pico. Las intervenciones de vientos corren a cargo de Jorge Pardo en la flauta y de Perico Sambeat en el saxofón. En las cuerdas aparecen Josemi Carmona e Iván Cebrián en la guitarra, al violín Raúl Márquez y Miriam Jiménez en el cello. La producción a cargo de Vicente Sabater y la propia Sole.

Como hemos cambiado. Quizás la canción más exitosa en nuestro país. Una cara nueva para este tema tan arraigado en una generación, el bossa nova es su nuevo rostro.

Cuando quiero sol. Un blues de talento pianístico, para muestra el solo que nos conduce al final del tema.

Fallen. Composición de Lauren Wood y adaptación de Sole al español. Es la única canción del disco en el que se comparten créditos en la voz. Ganavya Doraiswamy acompaña con terciopelo desde La India, aunque nacida en Nueva York.

En la oscuridad. Un tema importante en la historia de Presuntos Implicados y en la carrera de Sole Giménez. El swing es totalmente perceptible.

Llovió. Renovado y fresco, un bolero muy bien logrado.

Mi pequeño tesoro. La alegría de la flauta hace su aparición, imprimiendo mayor dulzura a la rumba delicada. Compuesta a raíz de su primera maternidad.

Cada historia. Una versión swing que le cambia la cara a la canción original del disco Alma de blues de 1989.

Alma de Blues. La intro de contrabajo y el ambiente que imprime el saxofón hacen de esta canción, una delicia. Dedicada a Billie Holliday y una de las composiciones más importantes de Sole.

Danzón del mundo. Un rompimiento caribeño en la estructura del disco, una exploración rítmica que regala alegría en el disco e invita a bailar.

Tu mariposa. Canción inédita que nos transporta al drama de un bolero. La introducción al piano ya nos avisa de la angustia de este tema.

Tan sola. Letra oscura de total soledad, que es ligeramente atenuada por el bossa nova que le cambia el aspecto a la original.

La mujer que mueve al mundo. Una propuesta armónica que exalta la mágica labor de la mujer. La instrumentación es la misma que podemos escuchar en el librodisco Avanzadoras.

Me visitan canciones. Canción inédita que contiene la confesión del método de composición de la autora. Destaca el violín que acompaña a esta canción.

El secreto. La tercera canción inédita que toca el tema de la interacción que existe entre el autor y el escucha. Un cierre bastante elegante para el disco.

Sole estará en la ciudad de Guadalajara presentando este material el próximo 24 de Abril. Sugiero como maridaje musical a esta entrega discográfica un delicioso Pastis, bebida típica francesa, ya que Sole es oriunda de la Ciudad de la Luz: Paris.



Fallen – Sole Gimenez, Ganavya Doraiswamy
Cómo Hemos Cambiado – Sole Gimenez
Mi Pequeño Tesoro – Sole Gimenez


   
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lunes, 6 de abril de 2015

Música de activismo con cacao... Lila Downs

"De ese filo es mi machete que lo sepan bien"

Pocas voces portan la mexicanidad con semejante elegancia y fortaleza, logrando elevar un reclamo social generalizado a través de la música. Una lucha paralela con acordes y juegos vocales, acompañándola de folclor y belleza regional que nos transporta inmediatamente a la raíz de nuestros orígenes, como un espejo grande que nos refleja e invita a continuar con la naturaleza latinoamericana, haciendo frente desde nuestra trinchera personal y cotidiana, con un canto como fusil. Balas y Chocolate, la nueva entrega de Lila Downs es un retrato de la inconformidad con la realidad social, armonizada con el peculiar y conocido estilo, que le ha llevado a trascender las fronteras y convertirse en una voz cargada de credibilidad. Es poseedora de un Premio Grammy por su disco Pecados y Milagros.

Lila Dawns nació en Tlaxiaco, Oaxaca, y desde sus inicios como artista ha tomado como estandarte la reivindicación de las raíces mexicanas y sus pueblos indígenas. Sus canciones, su vocabulario, la vestimenta que lleva siempre y su presencia, es coherente con lo pregonado en su vida artística. Ha apoyado con frecuencia movimientos activistas, colaborando con su creación musical e innumerables presentaciones a beneficio. Además ha cantado en lenguas indígenas como el Mixteco y el Nahuatl entre otros, y de igual manera en anglosajón.


Balas y Chocolate no es más que el resultado de la sensibilidad ante el panorama político y social de un México que clama justicia. La Patria Madrina, canción que presenta este disco ante los medios de comunicación, enarbola una crítica por la desaparición de estudiantes normalistas en Ayotzinapa, Guerrero, con la proclama multitudinaria "Vivos se los llevaron, vivos los queremos", siendo en este momento la única cantante que ha grabado en una disquera multinacional (RCA Records) este ejemplar pregón.

Humito de Copal. Desde tiempos prehispánicos remotos, la suspensión de partículas resultado de la combustión del copal, tenía un contexto espiritual y medicinal empleado en ceremonias religiosas. Esta cumbia de protesta dedicada a los periodistas en la línea del fuego, presenta cambios de ritmo a lo largo de su duración, pasando por hip hop y al final un remate en mambo que evoca aquellos bailes del gran Adalberto Martínez "Resortes" en pantalla grande.

Mano Negra. De entrada pareciera proponer el ritmo de Quebradita, pero nos lleva lentamente hasta su final en Sirtaki griego al puro estilo de Zorba. Tiene un solo de trompeta exquisito. La voz de Lila tiene al principio matices de tango y al final de la canción un dejo de flamenco. Es una acuarela mexicana que retrata entre otros paisajes mexicanos, al Iztaccíhuatl. La frase "Cuernos y bazucas para soñar" resalta en la composición.

Balas y Chocolate. Una especie de Reguetón pegajoso y bailable, que hace mención de varios países latinoamericanos. La alegría marca este tema, combinándola con el chocolate mexicano: el cacao. Podemos decir, que es la pieza del disco más adaptada al mercado comercial actual.

Una cruz de madera. Ramón Ayala es el antecedente personal más remoto de esta canción. Lila le agrega una velocidad elevada a este tema Norteño, y hace gala de su potencia vocal.


La Farsante. Tanto qué decir de este tema sin embargo, con sólo mencionar a Juan Gabriel podríamos hacer síntesis total. Una composición ranchera muy temprana en la historia de este genial autor oriundo de Parácuaro, Michoacán. Las modificaciones de hip hop al ritmo de la canción original, son licencias que solamente Lila podría cantar junto a Juan Gabriel.

La Burra. Un son muy zapateado, de corte cómico en la letra.

Cuando me tocas tú. La variedad de dominios armónicos que Lila posee, nos obsequia a cada escucha su predilección. La mía es esta. Un bolero folk con matices de jazz y elegante plenitud.

La Patria Madrina. El tema lanzamiento de esta producción. Polémica e irreverente, con espíritu silvestre latinoamericano. Una cumbia en la que comparte créditos con el colombiano Juanes, quien nos regala su vos y estilo guitarrístico. La canción tiene pausas necesarias cuando el feeling sube de tono, y progresivamente vuelve a crecer. Su mención al conflicto de Ayotzinapa se ha ganado el respeto social artístico.

Las Casas de Madera. Otra canción que me rememora a Ramón Ayala, sin embargo la dedicatoria a "su compadre Lalo" que Lila hace al inicio del tema, me hace dudar si el gran Lalo Mora es a quién se refiere. En todo caso, la versión contenida en este disco, respeta musicalmente a la original, si acaso Lila hace una acotación técnica de materiales de construcción en un momento de la pieza.

La Promesa. Una guitarra estilo Western nos transporta al desierto compartido con los Estados Unidos. Balada desesperanzada que tiene un final con la voz de Lila en una nota sostenida durante diecisiete largos segundos.

Son de Difuntos. Un tema de protesta contra el sistema burocrático ineficaz, completamente bailable, con un intermedio sabor a son.

Dulce Veneno. Una especie de vallenato, que en un principio evoca aquella famosísima "Los caminos de la vida". La letra contiene un reclamo a la sociedad con temática de equidad de género. Al inicio, la voz fluye con trazos de hip hop, sin embargo a lo largo de la canción, presenta matices audibles de remates flamencos.

Viene la muerte echando rasero. Cerramos con una cumbia al puro estilo sonidero. Una reflexión muy particular de la muerte y su certeza infalible.

Sin duda alguna, este material dará de qué hablar, claramente se convertirá en un precedente activista en el medio artístico latinoamericano y trascenderá fronteras de idioma fácilmente. No existe otra opción de maridaje posible, el Mezcal se antoja sólo de escucharle la primera vez, pero si es que este destilado provoca un ligero raspón en la garganta del lector, sugiero la crema de mezcal que no desmerece en lo absoluto.  Lo anterior, con un acompañamiento suculento de chocolate amargo oaxaqueño.